viernes, 5 de febrero de 2010

TEATRO EN EL AULA

Luis Sampedro plantea que: “Hacer teatro en la escuela, como profesor, es comprometerse a estimular valores humanos –especialmente estéticos-; es enseñar a desarrollar, en cualquiera de los niveles del sistema educativo, un tipo de pensamiento que incluye emocionarse y actuar[1]”. En concordancia con Sampedro, concibo el teatro en la educación como un espacio para la formación de personas artistas, es decir, personas creativas, críticas, sensibles y comprometidas con la realidad de su tiempo.

En ese marco, considero que el trabajo en el aula debe fortalecer la libre expresión, la comunicación, el pensamiento creativo, el juicio crítico, la autonomía y el interés por el otro a través de actividades expresivas y estético-comunicativas de producción, apreciación y contextualización del hecho teatral como práctica social y cultural.

Las actividades que propongo en el aula, en todos los casos, se adecuan a las edades, intereses y potencialidades de los alumnos; y a las particularidades sociales, culturales, curriculares y materiales de los distintos centros escolares donde realizo este maravilloso trabajo teatral.

Veamos entonces, algunas de las actividades que considero más significativas para la enseñanza y el aprendizaje del teatro en la escuela:




Los juegos dramáticos y las improvisaciones para potenciar el pensamiento creativo, el juicio crítico, la comunicación y la construcción dramática a través de la representación teatral.




















Las escenificaciones corporales para descubrir, explorar y disfrutar las posibilidades expresivas del gesto, la postura y el movimiento corporal.


























La expresión corporal para expresar ideas, emociones, sentimientos y fantasías a través del cuerpo en movimiento.

















El mimo y la pantomima para apreciar las posibilidades expresivas y comunicativas del arte del silencio.




























La producción de títeres para experimentar otras formas de expresión teatral.
































La murga para conocer, disfrutar y valorar las expresiones populares del patrimonio cultural.








































La participación en los actos escolares para fortalecer la identidad cultural y la construcción de ciudadanía


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Los proyectos de puesta en escena para conocer y aplicar de manera creativa los componentes fundamentales del hecho teatral y compartir experiencias de trabajo colaborativo






























La apreciación de espectáculos teatrales para conocer, analizar, interpretar disfrutar y valorar el hecho artístico en sus contextos de producción y circulación social.
































Lectura de textos dramáticos para promover el acercamiento a los referentes de la  dramaturgia local, regional, nacional y universal.




























La aplicación de los recursos informáticos y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como medios de expresión artística.


























La producción de recursos escenoplásticos -escenografía y vestuario- para enriquecer la expresión artística a través de la articulación del lenguaje teatral y el lenguaje plástico-visual.




















Referencias bibliográficas


[1] Sampedro, Luis: “Desarrollo metodológico del Taller de Teatro” en El Teatro en la Escuela. Estrategias de enseñanza. Cap. 4. Pag.130. Aique Grupo Editor. Buenos Aires, 1998.

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