domingo, 31 de octubre de 2010

Formación de espectadores


Especadores de escuelas secundarias en El conventillo de la Paloma de A. Vacarezza


El hecho teatral es una manifestación artística compleja en la que intervienen diversos elementos o subcódigos del lenguaje teatral -el texto dramático, el texto espectacular, la actuación, la escenografía, el vestuario, la música, etcétera- en los que convergen diversas ramas artísticas - literatura, danza, música, mimo y artes visuales, entre otras- para comunicar un mensaje de significatividad artística y social. Ahora bien, para comprender y disfrutar las producciones teatrales que la cultura va generando, es necesario que los espectadores conozcan, en alguna medida, el lenguaje teatral y los códigos que lo rigen.

Sin embargo, si tenemos en cuenta que muchos niños y jóvenes nunca entraron a una sala teatral ni tuvieron la oportunidad de acceder a un espectáculo de estas características, es preciso que, desde la escuela, generemos e instalemos la posibilidad de vivir la experiencia de la expectación teatral de manera frecuente. Cuando esto ocurre, no solo se muestran nuevas puertas, sino que también se construyen las llaves para abrirlas (A. Saguier, 2007).

En este sentido,es importante que los docentes comprendamos que, a ser espectador se aprende y se enseña, promoviendo experiencias de acercamiento a los espectáculos teatrales del entorno cultural inmediato en todas sus formas (teatro, pantomima, danza-teatro, teatro de títeres, teatro de máscaras, teatro de sombras, teatro negro, circo, murgas). Cuando las escuelas ofrecen estas experiencias a los alumnos/as con cierta continuidad se les garantiza la igualdad de oportunidades en el acceso a los bienes simbólicos de la comunidad, partiendo de la base que las necesidades culturales, a diferencia de las necesidades primarias, son producto de la educación y que, por esa razón, las desigualdades frente a las obras de la cultura no son más que un aspecto de las desigualdades frente a la posibilidad de educación (P. Bourdieu, 2003).

En este marco, resulta fundamental que pongamos a disposición de nuestros alumnos/as obras de calidad artística entendiendo que un buen espectáculo teatral se reconoce por la confluencia de una técnica adecuada, el acuerdo entre el proyecto y la creación resultante, su ideología, su relevancia y su adecuación a la competencia del espectador (L. Sormani, 2004). Desde este interés comparto con ustedes, algunos criterios para la selección de obras de teatro:

•  Idoneidad artística y profesional de los realizadores teatrales.

• Valor artístico y cultural del espectáculo teatral en sus distintos niveles de realización: texto dramático, texto espectacular, actuación, dirección, vestuario, escenografía, música, iluminación y otros recursos escenoplásticos.

• Temática acorde al desarrollo evolutivo de los espectadores, sus intereses y conocimientos del mundo (temas ligados a lo conocido y cotidiano para los más pequeños; situaciones maravillosas, humorísticas y de aventura para los más grandes) cuyo tratamiento amplíe su sensibilidad, su capacidad de comprensión y valoración estética.

• Trama clara y sencilla con personajes bien definidos al igual que el conflicto central. El desenlace evitará la inclusión de una moraleja final.

• Representación teatral dinámica, emotiva y entretenida con un lenguaje directo y coloquial pero no exento de belleza y sugerencia. La extensión deberá adecuarse al nivel de atención de los niños y/o adolescentes. La acción tendrá preponderancia sobre el texto. La actuación de los actores de calidad artística y profesional en todos los aspectos evitando la participación compulsiva y homogénea de los espectadores.

• Escenografía y vestuario sugerente y original en cuanto al estilo, uso del color y de la forma.

• Música construida y armada para lograr efectos auditivos estéticos y alejados de los cánones que impone la industria cultural de los medios masivos de comunicación social.

En cuanto a las  obras de títeres: las recomendaciones enunciadas anteriormente son válidas pero habrá que sumar algunos aspectos vinculados con el profesionalismo de los titiriteros: dominio de la técnica de manipulación, buena dicción y modulación de la voz, sostén de la atención del público sin recurrir a recursos burdos y buen manejo del clima de la obra, alternando momentos de tensión y suspenso, con otros de distensión y calma.

A modo de síntesis podemos decir que la formación de espectadores requiere planificación, concreción y sistematización de las salidas a los circuitos oficiales e independientes de producción y representación teatral, como así también a festivales, encuentros, muestras y espectáculos teatrales de artistas profesionales ya que favorecen el acercamiento de los alumnos/as a las salas teatrales de la ciudad y a formar parte del ritual que implica su presencia en un espectáculo. De igual modo, la invitación a teatristas y a elencos teatrales a la escuela es otra alternativa válida para enriquecer la capacidad de percepción, atención, significación, valoración y disfrute personal y grupal.

Estas prácticas tienen valor por sí mismas ya que suscitan en los alumnos una intensa gama de procesos internos (perceptivos, sensoriales, cognitivos, emocionales, entre otros) que se desencadenan durante ese lapso. Para esto es conveniente que antes de cada salida, brindemos información sobre la obra, el grupo de actores y las convenciones teatrales que se ponen en juego (el oscurecimiento de la sala al inicio de la obra, el rol del espectador durante el espectáculo, etcétera). Estos datos se pueden enriquecer con presentación de imágenes de la obra en diversos soportes visuales y audiovisuales (fotografías, libros, afiches, programas de teatro, videos, películas e Internet), lectura del texto dramático que se va a representar  e investigación de la obra y su autor en distintas fuentes de información.

Luego de presenciar la obra, podemos promover el intercambio de opiniones entre los alumnos con preguntas que permitan hacer visible la especificidad del lenguaje teatral, sus múltiples componentes y su relación con otras disciplinas artísticas (literatura, plástica, música, expresión corporal), con los medios de comunicación social (radio, cine, video, televisión) y con las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Asimismo podemos habilitar espacios para el intercambio de experiencias personales vinculadas con la obra, encuentros con autores y actores, lectura y dramatización de la obra, etcétera.

Por otro lado, podemos proponer actividades expresivas como: dibujar las escenas más impactantes; construir máscaras, títeres y maquetas escenográficas; cantar las canciones de la obra o crear nuevas; realizar juegos dramáticos; redactar la historia o las impresiones recibidas. Asimismo, podemos proponer actividades que permitan una mayor compresión del lenguaje teatral como: visitas comentadas al teatro; coloquio con los actores; rondas de discusión sobre la temática de la obra, las técnicas de actuación y de dirección teatral del grupo realizador, entre muchas otras más.

Estas prácticas, sin dudas contribuirán con la formación de un espectador crítico y sensible ya que la lectura crítica de las producciones de los artistas del contexto inmediato ampliarán el universo cultural y los criterios de análisis y valoración de los estudiantes (R. Harf, D. Kalmar, J. Wikitski, 1998).


Bibliografía

BOURDIEU, Pierre: Creencia artística y bienes simbólicos. Elementos para una sociología de la cultura. Aurelia Rivera Grupo Editorial, Buenos Aires, 2003.
CHAPATO, Elsa: “El lenguaje teatral en la escuela”. En Artes y escuela. Paidós, Buenos Aires, 1998.

MANTOVANI, Alfredo: El teatro: un juego más. Novedades Educativas, Buenos Aires, 2004.

ORIGLIO, Fabrizio: “El juego dramático”. En Arte desde la cuna. Educación inicial para niños desde los cuatro hasta los seis años. Galerna, Buenos Aires, 2005.

SAGUIER, Alejandra: “Zona fantástica” En  Núcleos de Aprendizaje Prioritarios. Nivel Inicial. Volumen 2. Serie Cuadernos para el aula. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, Buenos Aires, 2007.

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEL G.C.B.A. e INSTITUTO NACIONAL DE TEATRO: Proyecto Interinstitucional de Formación de espectadores “De la Escuela al Teatro”. Buenos Aires, 2005.

SORMANI, Nora Lía: El teatro para niños. Homo Sapiens, Buenos Aires, 2004.

ZAINA, Alicia: “Literatura con niños de cuatro a seis años”. En Arte desde la cuna. Educación inicial para niños desde los cuatro hasta los seis años. Galerna, Buenos Aires, 2005.

Títeres en la Educación Primaria


Títeres de dedo en papel maché


Los títeres se introducirán en la práctica escolar, partiendo de la idea que el títere no es una manualidad ni un simple muñeco, sino un personaje teatral que cobra vida en el escenario a través de la intervención de un actor titiritero, esto quiere decir que su realización siempre se efectuará con un propósito dramático.

Las prácticas se organizarán diferenciando tres momentos: el juego exploratorio, la improvisación y la representación teatral con títeres. Se trata de tres momentos diferentes de aproximación al género, que pueden ser sucesivos o no:


• El juego con títeres o juego exploratorio, puede ser un juego paralelo, durante el cual los alumnos exploran, juegan y descubren libremente las diferentes posibilidades expresivas de los materiales, objetos y títeres. Estos juegos se realizan con música, efectos sonoros u otros recursos, en forma individual, en parejas o tríos sin espectadores, de manera libre, orientada por la/el docente o con consignas acotadas.


• La improvisación con títeres u objetos consiste en la representación de una situación sin preparación previa a partir de alguna consigna que ayude a imaginar la situación ficcional, de allí, en adelante cada uno interactuará con los otros creando las acciones y los diálogos sobre la marcha. Estas prácticas se podrán realizar de manera simultánea con todo el grupo clase o en parejas con tema libre o con consignas acotadas.


La representación con títeres consiste en poner en escena un texto que ha sido ensayado, dirigido y elaborado por el grupo de alumnos.


Los juegos de exploración con títeres se plantearán a través de juegos individuales, en parejas, en pequeños grupos y con el grupo completo para buscar variedad de movimientos, posturas y desplazamientos en el espacio total, parcial y personal; jugar con la voz, con el cuerpo, con el ritmo, el espacio y con los otros para que cada alumno tome conciencia de las posibilidades expresivas y comunicativas de los títeres. Estas actividades de exploración pueden ser libres, con consignas generales u orientadas a investigar las propiedades físicas de los materiales, las posibilidades expresivas de las diversas técnicas de manipulación y la creación de otros mundos posibles a través de formas e imágenes en movimiento.

Lo juegos de improvisación con títeres partirán del juego libre, desde el animismo para avanzar paulatinamente a la experimentación de las convenciones y reglas del juego dramático, entendiendo éste como una práctica colectiva que reúne a un grupo de jugadores (y no de actores) que improvisan simultáneamente sobre una consigna dada: un tema o argumento propuesto por el docente o elegido libremente por el grupo; un entorno real o ficcional; roles cercanos, lejanos, protagónicos y complementarios; personajes de la vida real o de la ficción; y distintos tipos de conflictos; con objetos (pañuelos, bolsas, cajitas, utensilios de uso cotidiano, frutas, verduras) y títeres (guante, varillas, sombras, dedal, gigantes y otros) que promuevan el desarrollo de la atención, la imaginación, la creatividad, la expresión y la comunciación. La repetición a partir del juego libre debe ser considerada y valorada como una experiencia de inicio en la construcción del lenguaje de los títeres.

Estos juegos, en principio se realizarán en el espacio total sin espectadores dejando que los diálogos surjan espontáneamente pero, a medida que los alumnos incorporen las convenciones del juego teatral, se diferenciará el espacio real del espacio de la ficción imaginada, el espacio escénico (retablo, pantalla, tela) del espacio de los espectadores, permitiendo que los alumnos ocupen alternativamente el rol de actor y de público. Asimismo, se pautarán algunos movimientos de los títeres y se identificará el tiempo real y el tiempo de la ficción: el tiempo del juego, el tiempo de la ficción imaginada y el tiempo escénico.


En las primeras ejercitaciones, se realizarán improvisaciones con títeres sin progresión dramática en forma libre o con consignas acotadas ya sea de manera simultánea con todo el grupo, en parejas, tríos y en subgrupos sin espectadores; posteriormente, se plantearán conflictos sencillos para que los resuelvan sin desviarse del objetivo. Durante la improvisación, la docente intervendrá planteando nuevas situaciones o posibles conflictos cuando la historia decaiga o se extienda indefinidamente; también podrá sumarse al juego con un títere-personaje y retirarse del rol cuando el juego se estructure y consolide.

En la medida en que los alumnos afiancen estás prácticas, podrán aplicarlas de manera creativa e intencionada en producciones grupales más complejas que impliquen la invención de una historia a partir de distintas consignas: un tema consensuado por el grupo, una imagen, la letra de una canción, un texto narrativo o poético, un texto dramático breve o cualquier consigna que dispare su imaginación e interés. En estas producciones, el guión se construirá a partir de ideas, acciones e improvisaciones que el docente o el mismo grupo registrará; luego se ensayará para reformular la propuesta, probando distintos caminos desde el aporte creativo y reflexivo de los protagonistas.


La representación teatral con títeres se abordará desde la creación colectiva de los alumnos, esto implica que los alumnos en pequeños grupos tomarán decisiones con respecto al tema o texto que van a desarrollar, los roles y personajes que asumirán durante su realización. La representación con títeres se propondrá al cierre de un proceso de trabajo o ciclo anual ya que esta producción articulará los conocimientos que han adquirido durante un trayecto formativo, esto implica compartir la experiencia del aula con otros miembros de la comunidad educativa ya sea en el aula, en la escuela o en otro ámbito socio-cultural.

La construcción de los títeres se podrá realizar utilizando distintos materiales (papel maché, cartapesta, tela, reciclado de envases, fabricación de moldes, etcétera) y técnicas de manipulación. Para el Primer Ciclo se recomiendan los títeres de dedo, de guante, manoplas, siluetas planas y de barra; en el Segundo Ciclo se pueden incorporar cabezones o marotes livianos (cabezas de envases de plástico o cartón montadas sobre una cruz realizada con una percha adosada a una barra de metal o madera).


Los títeres-personajes al igual que la utilería, la escenografía, los retablos, la iluminación y los efectos sonoros se elaborarán a partir de la lectura previa de un cuento, poesía, canción u obra de teatro breve. Se puede también realizar el proceso inverso, es decir, poner el material de construcción a disposición de los alumnos para que lo exploren y construyan los títeres dejandose llevar por su imaginación; una vez construidos los personajes, se los agrupará con algún criterio común para improvisar una situación que puede dar lugar a la elaboración de un libreto. Estas actividades se podrán articular con el espacio de Artes Visuales, Tecnología, Música y Ciencias Sociales.


Las actividades de producción, exploración, improvisación y representación teatral se contextualizarán en el marco sociohistórico que dio origen a la técnica que se va a emplear para que los alumnos logren comprender que el Teatro de Títeres es una práctica cultural compleja en la que intervienen diversas ramas artísticas cuya estética y modalidades de representación se han modificado a lo largo del tiempo de acuerdo a los valores y ideologías dominantes en cada cultura. Por ejemplo, si se propone el trabajo con marionetas se explicará dónde y cuándo surgió esta técnica, cuáles son sus particularidades escénicas, cómo ha evolucionado en el tiempo, quiénes son sus referentes más significativos o cualquier otra información que el/la docente considere interesante para su grupo de alumnos.


Estas propuestas se complementarán con actividades de formación del espectador mediante la organización de recorridos por los circuitos artísticos de la ciudad o de las localidades vecinas; visitas a salas de teatro y espacios alternativos de producción y representación teatral; salidas a festivales, encuentros y muestras de teatro escolares e interescolares; participación en espectáculos de artistas profesionales y vocacionales; charlas con dramaturgos, directores, profesores y actores-titiriteros tanto en la escuela como en otros ámbitos socio-comunitarios.

Esto requiere que antes de cada salida al teatro, se brinde información previa sobre las convenciones teatrales (el oscurecimiento de la sala al inicio de la obra, el rol del espectador durante el espectáculo, etcétera), lel tipo de técnica, datos interesantes de la obra y del grupo de titiriteros para despertar la curiosidad y crear expectativa. Luego de presenciar la obra, se promoverá el intercambio de opiniones y comentarios con preguntas orientadoras que los lleve a conocer la especificidad y diversidad del Teatro de Títeres.


Estos datos se pueden ampliar con relatos de experiencias, presentación de imágenes de obras en diversos soportes visuales y audiovisuales (fotografías, libros, afiches, programas de teatro, videos, películas e Internet), lectura de textos, encuentros con autores y titiriteros, investigaciones en distintas fuentes de información, salidas a los circuitos oficiales e independientes de producción y representación teatral, prestando atención a las distintas técnicas de manipulación, a la relación con otras disciplinas artísticas (literatura, plástica, música, expresión corporal), con los medios de comunicación social (radio, cine, video, televisión) y con las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

Todas estas experiencias se resignificarán si luego de cada propuesta de trabajo, se analizan los procesos y productos logrados, tanto desde el rol de actor como de espectador para que tomen conciencia de los conceptos, procedimientos y habilidades que han aprendido. Para esto se tendrán en cuenta algunos criterios básicos de evaluación como:

1. la posición vertical del títere,
2. la orientación de la mirada,
3. la utilización del espacio,
4. la síntesis de los movimientos,
5. la síntesis de vocabulario.

Estas marcaciones u otras que considere oportunas el docente, se realizarán al finalizar la actividad, en el momento de la devolución individual y grupal. Para esto, es necesario generar un clima de confianza y respeto que posibilite la exteriorización de ideas, sentimientos y opiniones; la desinhibición, la integración del grupo y la valoración del trabajo colaborativo.


En plurigrado, la planificación debe contemplar una propuesta de enseñanza diversificada con consignas flexibles que posibiliten el trabajo conjunto de alumnos que cursan diferentes años de la escolaridad obligatoria. Esta modalidad permitirá abordar el mismo contenido con actividades de distinto grado de complejidad para que cada grupo la resuelva de acuerdo a sus posibilidades y ritmos de aprendizaje. En otros casos, se propondrá la producción dramática con grupos integrados por alumnos de distintas edades y niveles formativos para que los más expertos andamien el trabajo de los novatos. Es necesario considerar que todas estas propuestas cobran sentido en función de las características propias de cada institución, del entorno de la escuela, de la dinámica de las relaciones entre los actores que intervienen y las vinculaciones con la comunidad.


A modo de orientación se sugieren las siguientes propuestas de trabajo:


Actividades exploratorias con títeres sin retablo:

• Movimiento libre de las dos manos con música el espacio total y parcial probando diversos ritmos y todos los niveles espaciales.

• Movimiento libre de una mano con música interactuando con otro en dúos, tríos o entre todos por el espacio total ajustando el movimiento al ritmo musical.

• Danza de manos, manos enguantadas, pañuelos, objetos y títeres variados de manera libre, con consignas generales o acotadas: “las manos se mueven hacia la derecha… hacia la izquierda… por todo el espacio”, “los guantes de color siguen al negro”, “todos se mueven como el guante de…”, “cuando el volumen de la música disminuye, los títeres bajan… cuando aumenta, los títeres suben”, etcétera.

• Baile de las estatuas con una mano enguantada, con un objeto y títeres variados (manoplas, guante, de dedo u otros). Variaciones: “el títere camina con la música, al detenerse, busca a otro con la mirada y lo saluda”; “en la detención, realiza una acción concreta: reír, saltar, cantar, dormir”.

• Creación de personajes con una mano pintada o enguantada, con algún elemento (sombrero, moño, pañuelo, tela, media u otro elemento) sobre el dedo índice o cubriendo la mano, moviéndose libremente por el espacio total y el espacio parcial en forma libre, con música y sonidos variados para buscar diversas posturas, movimientos, desplazamientos, voces y actitudes de los personajes. La actividad se puede complejizar, proponiendo la improvisación de diálogos.

• Creación de personajes con papel de diario, medias, bolsas de nylon o papel con movimientos libres por el espacio total y el espacio parcial en forma individual e interactuando con otros para crear situaciones con o sin progresión dramática.

• Construcción de un personaje con una pelotita de poliestireno que se coloca como cabeza en el dedo índice de la mano desnuda o enguantada para mover libremente o con diversas consignas que promuevan la exploración del espacio total y parcial en forma individual e improvisando diálogos en parejas, tríos y pequeños grupos respetando los turnos en la conversación. Se puede realizar la misma actividad con un globo, fruta, verdura o cualquier objeto de uso cotidiano.

• Animación de objetos de uso cotidiano (cucharones, porras, frutas, pañuelos, medias, cajitas de distintos tamaños) interactuando con otros en forma libre o con consignas que favorezcan el juego dramático.

• Exploración de movimientos con títeres variados: de dedo, de boca, de guante, de varilla, manopla, siluetas).

• Juego con títeres de imitación directa de movimientos, posturas, acciones y modos de hablar: el maestro o un compañero manipula un títere y los demás lo imitan. Esta práctica se puede realizar de a dos: juego de “espejo”, “sombra” y “eco” con música y sin música.

• Juego con títeres de imitación directa de onomatopeyas: la maestra y los alumnos realizan por turnos un sonido con su títere y los demás lo imitan.

• Acciones simples por el espacio total: caminar, correr, saltar, detenerse siguiendo siguiendo ritmos variados con claves, pandero u otro instrumento de percusión. Variación: se proponen diferentes formas caminar (con la cabeza agachada, con los hombros bajos, cansado, nervioso, feliz, etcétera).

• Juego de aparecer y desaparecer utilizando distintos objetos para ocultarse. Variación: juego de las escondidas; juego persecución y ocultamiento de a dos o entre varios títeres.

• Juego de los contrastes: transformación de los personajes en su opuesto (si es alegre transformarlo en triste).

• Creación de una secuencia de acciones: “aparecer-desaparecer, entrar, saludar y salir”; “entrar, pararse, mirar a un lado y al otro, esperar, encontrar a alguien y salir”, “buscar algo, no encontrarlo, enojarse y salir” entre otras posibilidades.

• Creación de voces: improvisación libre o con consignas acotadas (“el títere habla como si fuera un ogro, como si fuera…”).

• Invención de idiomas para comunicarse entre títeres.


Actividades exploratorias con retablo, biombo, pantalla o tela:

• Movimiento libre de las manos o con consignas acotadas: “las manos se abren y se cierran en forma alternada”, “las manos suben y bajan juntas… en forma alternada… armando una secuencia”, “las manos saludan al público… una se niega… las otras se enojan y la obligan a saludar” y otras consignas que planteen conflictos sencillos, etcétera.

• Movimiento de los títeres en forma libre o con consigas acotadas: “los títeres entran de a uno”, “quieren alcanzar las nubes”, “caen en un pozo”, “hacen fila”, “aparece el más grande, el mediano y el más chico”, “aparecen los de igual tamaño”, salen los del mismo color”

• Juegos de aparecer y desaparecer detrás del retablo, pantalla o tela. Variante: se propone el mismo juego utilizando una tela o caja con muchos orificios.

• Desplazamientos sobre la boca de escena: caminar, correr, saltar, detenerse siguiendo ritmos variados con claves, pandero u otro instrumento de percusión. Variación: se proponen el desplazamiento por la boca de escena con distintos estados de ánimo (apurado, cansado, nervioso, feliz, etcétera).

• Movimientos sobre la boca de escena: se coloca una silueta recortada en el borde de la boca de escena (por ejemplo, una casita o un árbol) para probar nuevos movimeitnos como entrar y salir, subir y bajar, enconderse.

• Juegos con títeres de guante y de boca: mirar a otros; hablar mirando al público; hablar mirando a otros. La misma actividad se puede realizar agregando diferentes estados de ánimo: enojo, tristeza, etcétera.

• Acciones con títeres de guante y de boca: trasladar un objeto de un lado al otro por la boca del escenario; tomar, trasladar y arrojar un objeto; tomar, subir y bajar un objeto; tomar y esconder un objeto. La misma actividad se puede realizar agregando diferentes estados de ánimo.

• Juegos con títeres de boca: hablar, cantar, gritar, morder, bostezar, besar, etcétera.

• Organización de una secuencia de acciones simples incorporando un conflicto en forma individual, en parejas, en pequeños grupos.

• Preguntas y respuestas: la maestra pregunta y los títeres-personajes responden cada uno en su turno con voces acordes al personaje. En parejas: un títere-personaje pregunta y el otro responde. Variante: un alumno da órdenes al títere que manipula su compañero, el títere obedece y luego se invierten los roles.

• Diálogos o monólogos improvisados, creando las voces de los personajes. Variante: la misma actividad incorporando diferentes estados de ánimo en el relato.

• Relato de anécdotas: los alumnos cuentan una experiencia personal a través del personaje-títere; al hablar orienta la mirada al público, a otro títere que está en la escena, a varios interlocutores y gesticula (si es un títere de guante).

• Recitado de poemas, canto de canciones o narración de cuentos con títeres. Variante: la misma actividad incorporando diferentes voces y estados de ánimo.

• Improvisación libre con títeres y con consignas acotadas. Variante: producción de textos que surjan del juego dramático.

• Lectura de textos (canciones, poemas, cuentos u obras teatrales de autor o creadas por los alumnos), construcción de los personajes y representación teatral.

• Proyección de sombras sobre una pared con ayuda de una lámpara o reflector para investigar las posibilidades expresivas de la luz y la sombra con el propio cuerpo, con figuras creadas con las manos o con títeres planos.

• Creación de figuras opacas, de acetato de colores o mixtas para proyectar su sombra sobre una tela o papel translucido con la ayuda de una linterna.



Actividades de representación teatral con títeres:

• Improvisación en pequeños grupos sobre una idea o tema de interés de los alumnos, registrando los diálogos y acciones que surjan durante de ese trabajo. Producción de una guía escrita de apoyo para facilitar el ensayo y la representación. Variación: con alumnos más avanzados se registran los diálogos y acciones para producir un texto dramático.

• Selección de una poesía, cuento, canción o texto dramático breve para representar con títeres. Lectura comprensiva del texto: silenciosa, en voz alta en pequeños grupos o con el grupo clase. Análisis del texto: identificación del entorno, la historia o argumento, el conflicto, los personajes, los roles protagónicos y secundarios, sus cualidades y particularidades. Identificación de las unidades de acción. Elaboración del plan de la obra: elección de la técnica apropiada para representar el texto elegido, teniendo en cuenta las características de la obra, los recursos y el tiempo disponible. Organización del cronograma de trabajo con distribución de roles y responsabilidades entre los integrantes del grupo de trabajo.

• Construcción de los títeres: cada alumno construye su propio títere pero se puede agrupar a los alumnos por intereses para que unos construyan los títeres, otros representen la obra, otros realicen la escenografía y/o un retablo sencillo, otros seleccionen la música y sonoricen durante la representación: elección de la música de apertura y cierre, de fondo para determinar momentos o para la aparición de algún personaje (los más grandes pueden elaborar una banda sonora); otros pueden proponer un sistema sencillo de iluminación y otros producir los programas teatrales o los afiches publicitarios de la obra.

• Juegos de composición de los personajes: acercamiento a los personajes a través de la improvisación libre y con consignas acotadas (la construcción de la historia previa o biografía del personaje colabora con esta búsqueda). Búsqueda de la voz del personaje, jugando con distintos matices y timbres hasta encontrar la que más se ajuste a sus características físicas y cualidades psicológicas.

• Organización de acciones como secuencia teatral: desarrollo de la acción dramática de acuerdo al entorno, al rol y al conflicto planteado.

• Ensayo y revisión: repetición de escenas para afianzar el texto y el movimiento escénico, incorporando de manera progresiva la utilería y la escenografía. Evaluación: análisis de la propuesta durante todo el proceso, aportando ideas y opiniones personales sobre lo percibido y representado. Los ensayos son necesarios para solucionar los problemas técnicos que van surgiendo durante el proceso; enriquecer y consolidar el trabajo en grupo con los aportes significativos del docente y del resto de los compañeros de aula.

• Representación teatral: presentación del trabajo en una muestra en el aula, en la escuela o en otro ámbito socio-comunitario. Evaluación: análisis de los logros y las dificultades observadas durante la puesta. Revisión crítica del proceso de trabajo con el aporte de todo el grupo clase (de actores y espectadores).



Bibliografía


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Bernardo, Mane: Del escenario de teatro al muñeco actor. Cuadernos de divulgación 2. Instituto Nacional de Estudios de Teatro. Dirección Nacional de Teatro y Danza. Secretaría de Cultura de la Nación. Ministerios de Educación y Justicia, 1988.

Bernardo, Mane: Teatro. Creación y técnica del espectáculo infantil. Editorial Latina. Buenos Aires, 1977.

Bernardo, Mane: Títeres para jardineras. Editorial Estrada. Buenos Aires, 1987.

Bernardo, Mane: Títeres. Editorial Latina. Buenos Aires, 1972.

Curci, Rafael: Dialéctica del titiritero en escena. Una propuesta metodológica para la actuación con títeres. Colihue Teatro. Buenos Aires, 2007.

Escalada Salvo, Rosita: Taller de Títeres. Aique Grupo Editor S.A. Buenos Aires, 1993.

Finkel, Berta: El títere y lo titiritesco en el niño. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires, 1984.

Gipsy, Paula: Los chicos hacemos titiricosas. Editorial Albatros. Colección "Tus maravillas". Buenos Aires, 1991.

Kampmann, Lotear: Teatro de Marionetas. Editorial Bouret. 1972.

Nadín, Ernesto Enrique: Títeres. Haciendo huella. El Camarote Ediciones. Río Negro, 2006.

Origlio, Fabrizio: “El juego dramático”. En Arte desde la cuna. Educación inicial para niños desde los cuatro hasta los seis años. Galerna, Buenos Aires, 2005.

Rodríguez, Hernán: Vamos a hacer títeres y marionetas de cartón. Editorial Albatros. Colección "Tus maravillas". Buenos Aires, 1999.

Rogozinski, Viviana: Títeres en la escuela. Expresión, juego y comunicación. Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires, 2001.

Sozzi y Sozzi: El maestro titiritero. Ediciones La obra. Buenos Aires, 1978.

Villena, Hugo: Títeres en la escuela. Ediciones Colihue. Buenos Aires, 1996.

Zaina, Alicia: “Literatura con niños de cuatro a seis años”. En Arte desde la cuna. Educación inicial para niños desde los cuatro hasta los seis años. Galerna, Buenos Aires, 2005.


Revistas electrónicas:Titerenet: http://www.titerenet.com/

Títeres en la Educación Inicial

Títeres manoplas realizados por alumnos del ISFD Nº 803

Orientaciones didácticas

Los títeres se introducirán en la práctica escolar, partiendo de la idea que el títere no es una manualidad ni un simple muñeco, sino un personaje teatral que cobra vida en el escenario a través de la intervención de un actor titiritero, esto quiere decir que su construcción siempre se efectuará con un propósito dramático.


Las prácticas se organizarán diferenciando tres momentos: el juego exploratorio, la improvisación y la representación teatral con títeres. Se trata de tres momentos diferentes de aproximación al género, que pueden ser sucesivos o no:


El juego con títeres o juego exploratorio, puede ser un juego paralelo, durante el cual los alumnos exploran, juegan y descubren libremente las diferentes posibilidades expresivas de los materiales, objetos y títeres. Estos juegos se realizan con música, efectos sonoros u otros recursos, en forma individual, en parejas o tríos sin espectadores, de manera libre, orientada por la/el docente o con consignas acotadas.


La improvisación con títeres u objetos consiste en la representación de una situación sin preparación previa a partir de alguna consigna que ayude a imaginar la situación ficcional, de allí, en adelante cada uno interactuará con los otros creando las acciones y los diálogos sobre la marcha. Estas prácticas se podrán realizar de manera simultánea con todo el grupo clase o en parejas con tema libre o con consignas acotadas.


La representación con títeres consiste en poner en escena un texto que ha sido ensayado, dirigido y elaborado por el grupo de alumnos.
Las actividades de exploración con títeres se propondrán de manera individual, en parejas y con el grupo completo a través de juegos que permitan a los niños/as investigar la materia prima de los títeres o los muñecos en sí para jugar con ellos del modo que naturalmente les surja en el espacio total, parcial y personal sin utilizar el retablo o teatrino, a menos que los mismos niños busquen explorar el juego en el espacio escénico.


La maestra puede proponer distintas consignas que incentiven la búsqueda de variedad de movimientos, posturas, desplazamientos, acciones, voces, intenciones expresivas e interacción entre los personajes, prestando atención al desarrollo creativo del juego. La música puede acompañar el momento de exploración (V. Rogozinski, 2002).


En estas actividades, es importante que los niños/as exploren libremente las técnicas titiritescas para luego encauzar el juego ya que cada una de ellas ofrece distintas posibilidades de expresión. Asimismo las diversas técnicas se presentarán en forma gradual ya que no todas resultan apropiadas en cualquier momento y para cualquier edad.


Las improvisaciones con títeres partirán del juego libre y espontáneo, desde el animismo para avanzar paulatinamente al juego teatral, entendido como una práctica colectiva que reúne a un grupo de jugadores (y no de actores) que improvisan conjuntamente según un tema o argumento (“Pepito y su anillo mágico”), un entorno (“una casa de chocolate”); roles (“a la familia”); personajes (de cuentos conocidos, inventados por los chicos o propuestos por la maestra); objetos para animar (pañuelos, bolsas, cajitas, utensilios de uso cotidiano, frutas, verduras, juguetes de la sala o muñecos personales); títeres variados (de cono, guante, varillas, dedal y manoplas). Gradualmente, las situaciones que surjan durante el juego se irán estructurando en secuencias.


Durante la improvisación, la docente intervendrá planteando otros personajes, posibles conflictos o nuevas situaciones (“Pepito se perdió en el bosque”) cuando el juego decaiga o se extienda indefinidamente; también podrá sumarse al juego con un personaje y retirarse del rol cuando el juego se estructure y consolide. Los temas que propondrá para improvisar deben surgir del mundo cercano y conocido de los niños, incorporando progresivamente la realidad lejana y textos sencillos.

Estas prácticas se podrán realizar de manera simultánea con todo el grupo como un juego paralelo, en parejas, en pequeños grupos o como un juego colectivo sin espectadores, con tema libre, con consignas generales o muy acotadas para que los niños reconozcan progresivamente las convenciones del Teatro de Títeres: presencia del manipulador para dar vida a los personajes, desaparición del titiritero y aparición del títere para que éste tenga existencia propia, diferenciación del rol de actor y de espectador.

La representación teatral con títeres de obras escritas por autores, profesores o por ellos mismos, no es necesaria en este nivel de enseñanza ya que su finalidad no es el espectáculo sino el juego, la expresión, la comunicación y la creatividad. No obstante, hacia fines de los cinco años pueden elaborar un guión teatral con la mediación del docente. Para la uesta en escena de la obra pueden trabajar todos juntos por etapas o distribuirse las tareas: unos confeccionarán los títeres y otros los elementos de escenografía en función de la historia elaborada; otros elegirán la música o realizarán “efectos sonoros” durante la representación y otros la representarán. Se puede proponer también la presencia de un presentador. Lo importante no es la perfección escénica sino que los chicos prueben una manera de textualizar y dramatizar lo que imaginaron (A. Zaina, 2005).

La construcción de los títeres, si bien no hay reglas fijas para recomendar técnicas, la experiencia indica que de 3 a 6 años los títeres más apropiados son los de dedo, de cono, las manoplas y las siluetas planas; a partir de los 4 años se pueden incorporar los títeres de guante, de varillas y de barra. Para construirlos, basta motivarlos con un cuento, una poesía o una canción de donde se tomarán los personajes. Luego se les dará el material (convencional o no convencional) para que los construyan con total libertad. No importa que lo logrado por los niños/as no guarde relación con la imagen que tienen los adultos sobre el personaje ya que lo que cuenta es lo que uno ve con “los ojos de su imaginación” (R. Escalada Salvo, 1993). Asimismo, se puede realizar el camino inverso: construir títeres-personajes a partir de la exploración libre del material que se pone a su disposición; una vez construidos, se los agruparrá con un criterio común para que interactúen entre ellos y desarrollen una historia a partir del juego.

Todas estas actividades se contextualizarán en el marco sociohistórico que les dio origen para que los alumnos comprendan que el teatro de títeres es una práctica cultural compleja en la que intervienen diversas ramas artísticas cuya estética y modalidades de representación se han modificado a lo largo del tiempo de acuerdo a los valores y ideologías dominantes en cada cultura. Por ejemplo, si se propone el trabajo con títeres de varilla se explicará dónde y cuándo surgió esta técnica, cuáles son sus particularidades escénicas, cómo ha evolucionado en el tiempo y cualquier otra información que la maestra considere interesante para su grupo.

Estas propuestas se complementarán con actividades de formación del espectador; con este propósito se sugiere la organización de recorridos por los circuitos artísticos de la ciudad o de las localidades vecinas; visitas a salas de teatro y espacios alternativos de producción y representación teatral; salidas a festivales, encuentros y muestras de teatro escolares e interescolares; participación en espectáculos de artistas profesionales, vocacionales o realizados por padres, maestros, alumnos de ciclos superiores u otros miembros de la comunidad educativa; charlas con dramaturgos, directores, profesores y actores-titiriteros tanto en la escuela como en otros ámbitos socio-comunitarios.

Es conveniente que antes de cada salida al teatro se informe previamente sobre las convenciones teatrales (oscurecimiento de la sala al dar inicio a la obra, rol del espectador, etcétera), datos interesantes de la obra, del autor, del grupo de titiriteros o de la técnica que emplearán para despertar su curiosidad e interés. Luego de presenciar la obra, se promoverá el intercambio de opiniones y comentarios entre pares con preguntas orientadoras que los lleve a conocer la especificidad del Teatro de Títeres. Estos datos se pueden ampliar con relatos de experiencias, presentación de imágenes de obras en diversos soportes visuales y audiovisuales (fotografías, libros, afiches, programas de teatro, videos, películas) y charlas informales con los artistas-productores.

Por otra parte, es necesario considerar que todas las experiencias de construcción, exploración, animación y formación del espectador cobran sentido si al finalizar cada proyecto de trabajo, se analizan los procesos y las producciones logradas, vinculándolas con los contenidos abordados y con los referentes culturales cercanos.

En la sala multiedad , se realizará una única planificación para todo el grupo, ya que los propios alumnos/as establecerán diferentes modos de participación de acuerdo con sus posibilidades, ritmos y expectativas de aprendizaje. Las consignas serán amplias y flexibles para favorecer la producción, la apreciación y la contextualización con diferentes niveles de simbolización.

A modo de orientación se sugieren las siguientes propuestas de trabajo:

Actividades con títeres sin retablo:

• Movimiento libre de las dos manos con música, palmas, sonidos en el espacio total.

• Movimiento libre de una mano con música interactuando en dúos, tríos o entre todos en el espacio total.

• Danza de manos, manos enguantadas, pañuelos, medias y objetos de manera libre y con consignas acotadas: “todas las manos se mueven como la mano de…”, “cuando el volumen de la música disminuye, las manos bajan; cuando aumenta el volumen, las manos suben”, “los guantes se mueven por todo el espacio”, “los rojos siguen a los rojos”, etcétera.

• Baile de las estatuas con manos enguantadas, objetos y títeres de técnicas variadas (títeres de dedo, de boca, de guante, manopla, de varilla, siluetas fijas y de sombra).

• Realización de acciones simples como caminar, correr, saltar y detenerse por el espacio total siguiendo diversos ritmos. Esta actividad de puede realizar con música grabada, claves, pandero u otro instrumento de percusión.

• Creación de personajes con una mano pintada, enguantada o con algún objeto (sombrero, moño, pañuelo, tela, media u otro elemento) sobre el dedo índice o cubriendo la mano. Estos títeres recorrerán el espacio total de diversas maneras con música, sonidos o en silencio, encontrando en el camino materiales que enriquezcan sus posibilidades de movimiento: sillas, telas colgadas, cajas agujereadas, etcétera.

• Construcción de personajes con papel de diario, medias, bolsas de nylon o papel para moverlos libremente por el espacio total y el espacio parcial en forma individual e interactuando con otro.

• Creación de un personaje, colocando una pelotita de poliestireno sobre el dedo índice ya sea con la mano desnuda o enguantada (la pelotita se usa como cabeza). El títere se mueve libremente en el espacio total y en el espacio parcial con música, con diferentes consignas en forma individual e interactuando con otro.

• Construcción de un personaje con una pelotita de poliestireno, globo, fruta, verdura, objetos de uso cotidiano o títeres de dedo con guantes en desuso (de latex, de lana, de cuero, etcétera) para improvisar diálogos en parejas.

• Juego con títeres armados con bolas de papel pegadas con cinta de enmascarar a telas de diversos tamaños. La actividad se puede complejizar incorporando varillas de madera, pegadas a las telas con la misma cinta de enmascarar.

• Animación de objetos de uso cotidiano: cucharones, porras, frutas, pañuelos, medias, cajitas de distintos tamaños. La actividad se puede proponer como un juego paralelo e interactuando con otros en forma libre y con consignas que favorezcan la improvisación de diálogos.

• Exploración de técnicas variadas e improvisación en forma libre y con consignas acotadas.

• Imitación de movimientos con los títeres: la maestra realiza un movimiento corporal y los chicos la imitan con un títere; la maestra realiza un movimiento con un títere y los chicos la imitan con el suyo; la maestra indica un movimiento para que los chicos los realicen con su títere; los chicos imitan los movimientos del títere de un compañero.

• Creación de voces: improvisación libre o con consignas acotadas como “el títere habla como si fuera un ogro… como si…”. Esta actividad se puede realizar imitando y produciendo los sonidos de diversas onomatopeyas.

• Improvisación de diálogos: el niño titiritero dialoga con el personaje dirigiendo su mirada al muñeco.

• Relato de anécdotas: el niño cuenta una experiencia personal a través del títere.


Actividades con retablo, biombo, pantalla o tela:

• Movimiento libre de las manos con música o con consignas acotadas por detrás de una tela o por encima del retablo: “las manos se abren y se cierran”, “las manos suben y bajan”, “las manos saludan al público”, “las manos se saludan entre ellas”, etcétera.

• Repetición de retahílas pertenecientes a la sabiduría popular extendiendo y plegando los dedos, girando la muñeca de un lado al otro, abriendo y cerrando la mano, independizando progresivamente el movimiento de los dedos.

• Juego libre de los títeres con música o con consigas acotadas: “los títeres quieren alcanzar las nubes”, “hacen fila”, “todos juegan a…”, “caen en un pozo”, “salen de a uno”.

• Juegos de aparecer y desaparecer con una tela o caja con varios agujeros. La actividad se puede proponer con títeres de dedo para que los personajes se asomen por orificios de diversos tamaños realizados en envases plásticos o de cartón.

• Realización de acciones simples como caminar, correr, saltar, detenerse siguiendo un ritmo con claves, pandero u otro instrumento de percusión con títeres diversos.

• Preguntas y respuestas: la maestra pregunta y los títeres-personajes responden cada uno en su turno. Se pueden incorporar voces diferentes de acuerdo al personaje.

• Diálogos o monólogos improvisados: los títeres hablan al público, hablan entre ellos y se mueven. Esta actividad se puede realizar con un solo dedo, con la mano desnuda o enguantada, con objetos y con títeres variados.

• Recitado de poemas o canto de canciones con las manos desnudas o cubiertas con guantes, telas, pañuelos, bolsas de papel, medias, cajas, objetos de uso cotidiano y con títeres de diversas técnicas.

• Elaboración de títeres para representar canciones, poemas, cuentos e historias breves que pueden ser narradas por la maestra.

• Construcción de una secuencia: la docente comienza una historia con su títere u objeto, los niños de a uno se van incorporando y relacionando sus personajes. Otra variante es que el docente participe como narrador, completando las imágenes que los chicos sugieren.

• Proyección de sombras sobre una pared con ayuda de una lámpara o reflector: exploración de movimientos del propio cuerpo, de las manos o figuras creadas ex profeso.

• Proyección de sombras (figuras opacas, de acetato de colores o mixtas) sobre una tela o papel translucido con ayuda de una linterna.

• Elaboración de un teatro de sombras para representar historias breves creadas por los niños/as.





Bibliografía


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Bernardo, Mane: Del escenario de teatro al muñeco actor. Cuadernos de divulgación 2. Instituto Nacional de Estudios de Teatro. Dirección Nacional de Teatro y Danza. Secretaría de Cultura de la Nación. Ministerios de Educación y Justicia, 1988.


Bernardo, Mane: Teatro. Creación y técnica del espectáculo infantil. Editorial Latina. Buenos Aires, 1977.


Bernardo, Mane: Títeres para jardineras. Editorial Estrada. Buenos Aires, 1987.


Bernardo, Mane: Títeres. Editorial Latina. Buenos Aires, 1972.


Curci, Rafael: Dialéctica del titiritero en escena. Una propuesta metodológica para la actuación con títeres. Colihue Teatro. Buenos Aires, 2007.


Escalada Salvo, Rosita: Taller de Títeres. Aique Grupo Editor S.A. Buenos Aires, 1993.


Finkel, Berta: El títere y lo titiritesco en el niño. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires, 1984.


Gipsy, Paula: Los chicos hacemos titiricosas. Editorial Albatros. Colección Tus maravillas. Buenos Aires, 1991.


Kampmann, Lotear: Teatro de Marionetas. Editorial Bouret. 1972.


Nadín, Ernesto Enrique: Títeres. Haciendo huella. El Camarote Ediciones. Río Negro, 2006.


Origlio, Fabrizio: “El juego dramático”. En Arte desde la cuna. Educación inicial para niños desde los cuatro hasta los seis años. Galerna, Buenos Aires, 2005.


Rodríguez, Hernán: Vamos a hacer títeres y marionetas de cartón. Editorial Albatros. Colección "Tus maravillas". Buenos Aires, 1999.


Rogozinski, Viviana: Títeres en la escuela. Expresión, juego y comunicación. Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires, 2001.


Sozzi y Sozzi: El maestro titiritero. Ediciones La obra. Buenos Aires, 1978.


Villena, Hugo: Títeres en la escuela. Ediciones Colihue. Buenos Aires, 1996.


Zaina, Alicia: “Literatura con niños de cuatro a seis años”. En Arte desde la cuna. Educación inicial para niños desde los cuatro hasta los seis años. Galerna, Buenos Aires, 2005.

Títeres: técnicas de manipulación

Los títeres se animan a través de técnicas de manipulación, es decir, mediante una serie de movimientos organizados que el titiritero utiliza para darles vida. Sin embargo, animar o dar vida a los objetos es mucho más que una respuesta organizada de movimientos, es colocar un alma en escena que se desplaza vestida y materializada en un títere (V. Rogozinski, 2001). Veamos ahora, algunas de las técnicas más conocidas:


Títeres que se manejan desde abajo:


La mano
La mano desnuda, o cubierta con un guante, puede transformarse en un títere de gran expresividad y movilidad colocando una pelotita de poliestireno o un elemento cualquiera (sombrero, pañuelo, etcétera) en el dedo índice a modo de cabeza, mientras que el dedo pulgar y el mayor constituirán sus brazos, si el personaje es una persona, o sus patas si se trata de un animalito.




Títere de guante
Material: tela sintética.
Procedencia: Estados Unidos

El títere de guante
El títere de guante, conocido como Marioneta de guante, Títere de cachiporra (España) o Teatro de guiñol (Francia), presenta una cabeza (de madera tallada, papel maché, goma espuma u otros materiales) y un camisolín o vestido con mangas. La mano y el antebrazo del manipulador forman la estructura del títere; el dedo índice –como cuello- se introduce en la cabeza del muñeco, mientras que el pulgar y el mayor en las mangas del camisolín cuyo largo debe cubrir todo el antebrazo porque constituye el cuerpo del muñeco.




Títere de guante
Material: Papel Maché
Origen: Cuba

El títere de boca
Los bocones, también llamados Manoplas o Muppets (en referencia a los títeres creados por Jim Henson), presentan una boca grande que se mueve cuando se introduce el dedo pulgar en la mandíbula inferior y los dedos restantes en la superior. Se construyen con material flexible (tela y/o espuma de goma). Por lo general, no tienen brazos, pero, si los tuvieran, pueden estar libres, manejarse con varillas o mediante la interposición de la propia mano del titiritero que simula ser la mano del muñeco (partes vivas)





Títere de boca
Material: tela y espuma de goma
Procedencia: Argentina

Los títeres de dedo o dediles
Se llama así a los títeres que se colocan sobre cada dedo como un dedal de costura. Son ideales para representar varios personajes al mismo tiempo. Al utilizarlos, se debe mover el dedo que sostiene el títere que está actuando en ese momento mientras que los demás se mantienen inmóviles hasta que les toca su turno. Se confeccionan en papel maché (la cabeza), tela, paño lenci, espuma de goma u otro material que posibilite la movilidad de los dedos.


Títeres dedal
Material: papel maché y tela (Centro)
Origen: Argentina
Material: tela (Derecha e izquierda)
Origen: Inglaterra

Las siluetas o títeres planos
Designamos con este nombre a los títeres planos o bidimensionales que se mueven por medio de una varilla. Dentro de esta técnica se pueden distinguir:




Las siluetas rígidas
Son figuras con formas humanas, de animales y de objetos diversos que se recortan de cualquier material rígido (madera, cartón, cartulina, chapa o acetato) y se montan sobre una varilla de madera, alambre o caño con la cual se manipula. Se las desplaza con un movimiento lineal al que se le agrega un movimiento suave de vibración. Con este mismo sistema se pueden realizar numerosos elementos escenográficos, tanto fijos como móviles.








Títere plano de varilla
Material: Madera
Procedencia: Argentina

Las siluetas articuladas
Son figuras que se caracterizan por tener un soporte o comando que las sostiene. Presentan cortes a la altura de las articulaciones de los brazos, piernas y cabeza que se unen mediante ataduras de hilo o con broches de dos patas. Los hilos de las uniones se empalman a un único control o se manejan por separado mediante el uso de varillas de alambre o de madera para que los miembros tengan movimientos independientes.






Títere plano articulado
Material: corteza de madera pintada
Procedencia: Indonesia

Los títeres de varilla
Son títeres cuya cabeza se sostiene con una varilla de madera, alambre o caño. Esta varilla se une a otra en cruz que conforman los hombros del muñeco. De los extremos de esta varilla surgen los brazos que terminan en manos planas o con volumen. Los brazos pueden ser de tela, espuma de goma, madera o soga y se mueven mediante varillas de madera, alambre u otro material liviano y firme.





Títere de varilla
Material: madera tallada
Procedencia: Indonesia

Los títeres de sombra
Son figuras planas, rígidas o articuladas que se proyectan sobre una pantalla de papel o tela translúcida, colocando un foco luminoso por detrás de ellas y a cierta distancia. Las figuras se mueven con varillas para que los espectadores las aprecien desde el otro lado de la pantalla. Las dimensiones y la nitidez de la sombra dependen de la proximidad que haya entre la figura y la pantalla. Como regla general, los personajes que actúan como sombras se presentan de perfil ya que son más expresivos que en la posición frontal; esta posición colabora también con la comunicación de los protagonistas en escena.


Dentro de esta técnica se pueden distinguir:
  • Las sombras chinescas: formas de animales u objetos que se crean con las manos.
  • Sombras corpóreas: sombras del cuerpo humano que se proyectan a través de una pantalla.
  • Títeres de sombras o Teatro de siluetas: figuras prediseñadas con formas de personas, animales, objetos, etcétera a las cuales se les coloca una varilla para manejarlas desde abajo. Se construyen siluetas en cartón o cualquier material opaco, plano y resistente. No obstante, estas siluetas se puede calar en su interior y recubrir las partes caladas con papeles translúcidos o acetato de diversos colores para resaltar alguna parte.

Títere de sombras
Material: cartón calado
Obra: En sombras, 1999
Autoría y dirección: Laura Alonso
Diseño de siluetas: Rosana Linari

Los títeres cabezudos
Se caracterizan por tener una cabeza muy grande que se inserta en uno de los extremos de una varilla central mientras que el otro extremo se introduce en un apoyo similar al que se utiliza para sostener el asta de las banderas, así quedan las manos libres del titiritero para que pueda mover los brazos u otras partes del cuerpo del muñeco. Si son de gran tamaño, las manos y los pies se pueden mover entre varios.


Los títeres gigantes
Son muñecos de tamaño muy grande que, por lo general, se sostienen de un eje central. Pueden tener brazos, piernas, patas o colas móviles que se manipulan entre varios titiriteros con varillas; también se pueden utilizar ruedas, grúas u otro mecanismo técnico. Por su gran tamaño son ideales para emplearlos en espacios amplios o en la calle. Se construyen con materiales livianos como tela, papel maché, espuma de goma, etcétera).






Títere gigante
Material: Cartapesta
Obra: Elal, el héroe tehuelche, 1997
Autoria y dirección: Laura Alonso
Realizador: Roberto Sancho

Títeres que se manejan desde atrás


Marotes
Su nombre deriva de la palabra francesa marotte que significa “cetro del bufón medieval”. Es una técnica mixta que utiliza las manos del titiritero enguantadas, simulando ser las manos del títere. Se construyen, insertando una cabeza grande en el extremo de una varilla y una varilla en cruz por debajo de la cabeza para armar los hombros; después se visten con una camisa o vestido de manga larga abierto en la espalda para que el titiritero introduzca su brazo con una mano enguantada (parte viva). Pueden tener dos manos, en ese caso, el titiritero calza la varilla que sostiene la cabeza en un cinturón e introduce sus brazos en cada una de las mangas del vestido del muñeco. También se puede manejar entre dos personas: una le mueve la cabeza y una mano; y la otra, el resto del cuerpo.


Títeres de mesa
Estos títeres se construyen en goma espuma, tela, cartón, papel maché, madera u otros materiales y se manipulan sobre una mesa o tablado en forma directa o mediante una agarradera o pequeña varilla que se inserta por detrás de su cuerpo. Se desplazan sobre la mesa, tomándolos por la varilla o agarradera ya sea en forma individual o entre varios. Esta técnica es muy utilizada en el teatro contemporáneo con la variante que el manipulador trabaja a la vista del público.




Títeres que se manejan desde arriba


Marionetas de hilo y de barra
Son muñecos con cabeza, brazos y piernas articulados (generalmente construidos en madera) que se sostienen de hilos que bajan de un control llamado cruz o cruceta de madera para moverlos en forma independiente. Para moverlos se toma el control con una mano y con la otra se accionan los hilos de las partes de la marioneta que se quiere mover. Si bien esta técnica es muy compleja, se pueden realizar marionetas más simples que sólo muevan la cabeza y las extremidades.


Marioneta de hilo
Material: madera tallada
Procedencia: Tailandia

Las marionetas de barra se basan en los mismos principios que el títere de hilo: tienen una cabeza móvil, piernas y brazos articulados que penden de una barra de metal, madera o alambre, dejando libres las piernas que se mueven sobre una mesa o en el nivel del piso. Se pueden colocar barras para mover las manos, los pies y otras partes del cuerpo. Las marionetas mixtas combinan la técnica de barra y de hilos; por lo general se utiliza una barra para mover la cabeza e hilos para las distintas partes del cuerpo.




Técnicas de realización
Las técnicas que se emplean en la realización de los títeres son numerosas y varían de acuerdo con las necesidades de cada proyecto; cabe aclarar que todas son válidas e igualmente importantes a la hora de decidir cuál se va a emplear en un espectáculo o en un proyecto escolar. Asimismo, se debe tener en cuenta que la construcción del títere es un paso muy importante porque influye favorablemente en la organicidad, sencillez y originalidad de los distintos componentes que conforman este arte singular, pero el diseño y la realización, en cualquiera de sus variantes, debe pensarse siempre en función dramática, esto es, que los títeres son un instrumento de expresión y no una bella escultura.


Entonces, el títere es una obra de arte en sí mismo que no puede concebirse sin la maleabilidad de la materia, sin el ingenio técnico, sin la apropiación de materiales y sin el dominio de la expresión teatral recreada a través del objeto animado (R. Curci, 2007). Sin embargo, la construcción es un paso más y no un fin en sí mismo, esto implica, seleccionar cuidadosamente los materiales que se emplearán en su realización, considerando que sea resistente y funcional desde el punto de vista práctico-técnico y estético, quitando todo lo que dificulte su animación. Para esto, se deben tener en cuenta dos reglas básicas:


  • El tamaño: la figura se fabrica a escala de quien la manipula para favorecer su movimiento, esto quiere decir que un títere de guante se extenderá desde el dedo índice hasta el codo del titiritero; el tamaño de la cabeza será proporcional a la mano y el antebrazo. El tamaño de la figura será fundamental para determinar las dimensiones de la escenografía y de los distintos objetos y accesorios que participan en el espectáculo.
  • El peso: los materiales deben ser livianos y resistentes para que no repercutan negativamente en el trabajo del titiritero. Para el vestuario también se tendrá en cuenta la textura, resistencia, flexibilidad y color de los materiales.
Para construir el títere se puede trabajar con un boceto previo, o simplemente dejarse llevar por la imaginación en el momento de manipular los materiales de construcción: pasta de papel o de aserrín, cartapesta sobre telgopor, gomaespuma, cartón, papel, alambre, plástico, tela, cuero, metal, corcho, resinas, látex, poliuretano expandido, maderas blandas fáciles de tallar, parsec y material de desecho (medias, papel de diario, cartones, cajas, botellas de plástico, lanas, corchos y bolsas, entre otros) sólo por nombrar los más empleados.


No obstante, es conveniente no mezclar estilos o estéticas en un mismo muñeco, esto quiere decir que si construimos la cabeza en goma espuma, las manos también serán del mismo material. En resumen: la acción dramática determina la técnica de representación y la estructura funcional del teatro, y ambas, los materiales más apropiados para construirlos (R. Curci, 2007).



El espacio escénico
El espacio escénico tradicional se denomina Retablo, Teatrito, Teatrillo o Teatrino. Este espacio tiene una doble función, por un lado, delimitar el área de la acción teatral y por el otro, ocultar a los manipuladores de la vista del público, resaltando la presencia de los títeres. En la actualidad, al incorporarse otras variantes artísticas (danza, mimo, actores, etc.) y concepciones estéticas distintas acerca del espectáculo teatral, el espacio se ha flexibilizado, de manera que los titiriteros pueden trabajar a la vista del público o dejando ver gran parte de su cuerpo.


El tamaño, la forma y los materiales que se empleen en la construcción del retablo dependerán del tipo de proyecto que se realice; para esto es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:
  • La técnica de manipulación: los títeres que se manejan desde abajo (guante, varilla), desde atrás (mesa) o desde arriba (marionetas, barras) requieren retablos diferentes, por ejemplo, los títeres que se accionan desde abajo precisan de un biombo, retablo o palco escénico que vaya desde el piso hasta la parte superior de la cabeza del manipulador para ocultarlo de la vista del público.
  • El tipo de espectáculo: el tamaño varía si se trata de un espectáculo unipersonal o grupal.
  • Las variantes escénicas: los manipuladores pueden trabajar ocultos tras el retablo, a la vista del público u otras variantes que surjan de la creatividad de los realizadores.
  • El ámbito donde se presenta el espectáculo: el estilo, forma y tamaños varía si se trabaja al aire libre (plaza, parque, patio de la escuela) o en un recinto cerrado (una sala de teatro, el SUM de la escuela o el aula).
  • Los recursos técnicos: las luces, sonidos u otros dispositivos escénicos que se utilizan.
  • La funcionalidad: el retablo debe ser liviano, fácil de armar y desarmar si se transporta a diversos lugares, pero si permanece fijo en un lugar se puede armar una estructura compleja con diversos dispositivos escénicos y con mayor tecnología. En todos los casos, debe ser un aliado del titiritero y no un problema.
  • El costo de la producción: el precio de los materiales incide en la elección del tipo de retablo (estructural, fijo, móvil, etcétera).
  • El enfoque estético e ideológico: el punto de vista de los realizadores acerca de qué se quiere contar y cómo se lo quiere contar.


Bastidor de madera con telón de boca para títeres de guante montado sobre una mesa

Los retablos tradicionales se construyen de diversas maneras: biombos de madera de varias hojas con bisagras; estructuras de madera con diferentes formas (castillos, casas, iglesia u otros diseños acordes a la obra); estructuras cuadradas o rectangulares de caño de PVC, aluminio o chapa cubiertas con paños, telas u otros materiales. Pueden presentar distintos espacios para la actuación, telón de boca, telones laterales y telón de fondo; bambalinas, piso y luces incluidas.


Para comprender el lenguaje escénico es necesario aclarar que el escenario se divide de la siguiente forma: el foro o zona del fondo, la escena o zona de la actuación, el proscenio o zona del frente que da con el público y los laterales izquierdo y derecho. La parrilla es un armazón de hierro que ocupa todo el espacio del retablo desde arriba, donde se cuelgan las luces y elementos escenográficos. A la zona del fondo se le coloca un telón de fondo, por lo general de color negro. En los laterales se cuelgan las patas que enmarcan la escena (pueden ser mas de uno por lado). Por encima de la boca de escena (esto es al frente y arriba) se coloca lo que se llama bambalina que enmarca el frente. La función del color negro es crear un espacio neutro donde los títeres y la escenografía se realcen. Se pueden utilizar otros colores pero esto dependerá de la puesta y lo que se quiera contar (E. Nadín, 2006).


Para las representaciones sencillas, como las que se realizan en el aula, se puede colgar una tela o sábana de una soga tendida entre dos paredes o en el marco de una puerta. También se puede cubrir una mesa o un par de sillas con telas, cartones o papeles; recortar una boca de escena en una caja de cartón o en cualquier embalaje de electrodoméstico; construir un biombo de tres hojas de cartón o madera terciada para apoyar sobre una mesa. Pero, si se quiere armar un retablo más formal se puede montar una especie de letra “t” de madera o caños con una buena base de sustentación para colgarle una tela sobre la parte superior.


También vale decir, que no es necesario trabajar sobre un retablo ya que se puede jugar en cualquier espacio. Como se puede ver, las posibilidades son muchas por eso conviene adoptar la que más se adecue a los intereses y posibilidades materiales del proyecto que se va a abordar.




Recursos teatrales


Dentro del Teatro de títeres se emplean los siguientes recursos.

  • Escenografía: es la ambientación del escenario en donde se desarrollará la obra. Como fondo puede utilizarse un biombo, género, cartulina o papel decorados. Es conveniente que no esté recargada para no dispersar la atención de los personajes principales, lo más importante es que sea funcional, que facilite el movimiento de los títeres y ayude a crear el espacio geográfico, histórico y social de la historia que se va a contar.


  • Vestuario: es la ropa que visten los títeres. Este vestuario se crea de acuerdo con las características de los personajes. Es importante tener en cuenta que  el personaje y el vestido funcionan como una unidad.

  • Música: es la  música que se selecciona para crear el clima emocional de la obra y ubicar al espectador en el contexto hisórico-social de la obra. La selección de los temas musicales que acompañan la obra se realizan de acuerdo con los distintos momentos de la misma y de las peripecias que deben afrontar los personajes. 

  • Iluminación: son las luces que se emplean para realzar los diferentes momentos de una obra teatral, crear climas emocionales, etcetera. El escenario se puede iluminar desde afuera con focos que se dirijan hacia el títere, acompañándolo mientras se desplaza por el escenario, subir y bajar las luces para indicar el paso del tiempo, entre otras posibilidades.





Bibliografía de consulta

Bernardo, Mane: Del escenario de teatro al muñeco actor. Cuadernos de divulgación 2. Instituto Nacional de Estudios de Teatro. Dirección Nacional de Teatro y Danza. Secretaría de Cultura de la Nación. Ministerios de Educación y Justicia, 1988.


Bernardo, Mane: Teatro. Creación y técnica del espectáculo infantil. Editorial Latina. Buenos Aires, 1977.


Bernardo, Mane: Títeres. Editorial Latina. Buenos Aires, 1972.


Curci, Rafael: Dialéctica del titiritero en escena. Una propuesta metodológica para la actuación con títeres. Colihue Teatro. Buenos Aires, 2007.


Nadín, Ernesto Enrique: Títeres. Haciendo huella. El Camarote Ediciones. Río Negro, 2006.


Rogozinski, Viviana: Títeres en la escuela. Expresión, juego y comunicación. Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires, 2001.


Villena, Hugo: Títeres en la escuela. Ediciones Colihue. Buenos Aires, 1996.









 
NOTA: Todos los títeres que aquí se presentan forman parte de la colección de Laura Alonso.